Cómo reducir el desperdicio de alimentos
La basura es un lugar muy revelador para hacernos una idea del desperdicio de alimentos presente en nuestra sociedad. Y es que, este, es sin duda uno de los grandes problemas medioambientales de nuestra era. Esta práctica contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y desperdicio de agua y otros recursos necesarios para cultivar alimentos.
Los principales responsables de la contaminación medioambiental son las grandes empresas pero aun así nosotros como individuos tenemos un papel muy importante en la reducción del desperdicio alimentario. Por este motivo hoy, desde Unika, empresa dedicada a la gestión de marcas, compartimos con vosotros diferentes formas para reducir esto a lo largo del día.
15 consejos para reducir el desperdicio de alimentos
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Adoptar una dieta más saludable y sostenible
Esta conducta alimentaria es beneficiosa tanto para las personas como para el medio ambiente, además de no requerir tanta elaboración como pensamos. La vida se mueve deprisa, y preparar comidas nutritivas puede ser complicado, pero las comidas saludables no tienen porqué ser elaboradas. En internet abundan recetas saludables y rápidas que pueden compartir con sus familiares y amigos
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Comprar solo lo que es necesario
Planificar la comida, realizar un menú semanal y preparar una lista de la compra para evitar compras compulsivas puede ser de gran ayuda, tanto para el desperdicio de alimentos como para su bolsillo.
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Aprovechar las frutas y hortalizas que tienen una apariencia diferente al resto
No se debe juzgar a los alimentos por su apariencia. A menudo se tiran a la basura frutas y hortalizas magulladas o con formas extrañas porque incumplen normas cosméticas arbitrarias y pensamos que están malas. No hay de qué preocuparse porque el sabor es el mismo. Incluso si estas están demasiado maduras se pueden utilizar para algunas recetas en concreto. Por ejemplo, cuando la fruta está un poco pasada la podemos utilizar para batidos, zumos y postres.
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Almacenar los alimentos con sensatez.
Cuando compramos alimentos debemos pensar en la manera de almacenarlos para evitar que se desperdicien. Ordenar los alimentos a la hora de almacenarlos es muy efectivo, por ejemplo proponemos poner los más antiguos en la parte delantera del armario o frigorífico y colocar los nuevos en la parte trasera. Otras acciones para prevenir pueden ser utilizar recipientes herméticos para mantener los alimentos abiertos frescos en el frigorífico o asegurarnos de cerrar los paquetes para que no entren insectos.
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Comprender el etiquetado de los alimentos
Existe una gran diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y la “caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo válidos para el consumo pasada la fecha de “consumo preferente”, mientras que la fecha de “caducidad” indica el momento en que el consumo deja de ser válido ya que puede ser dañino para la salud. También comprender el etiquetado de los alimentos sirve para averiguar si contienen ingredientes no saludables como grasas trans y / o conservantes.
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Empezar por lo pequeño
Servir en casa porciones más pequeñas o compartir platos más grandes en los restaurantes.
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Valorar las sobras
Si no se come todo lo que se prepara, congelarlo para más adelante o utilizar las sobras como ingrediente de comida puede ser acciones beneficiosas contra el desperdicio de alimentos.
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Hacer uso de los alimentos desperdiciados (Abono)
En lugar de tirar a la basura desechos de comida, haga compost con ellos , es decir abono, para de esta forma devolver los nutrientes al suelo y reducir su propia huella de carbono.
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Respetar los alimentos
Es positivo aprender sobre los procesos de producción y conocer más allá del trabajo de aquellos agricultores cercanos.
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Apoyar los productores de alimentos locales
Comprando productos locales, prestamos apoyo a agricultores familiares y pequeñas empresas de su comunidad. Luchando también contra la contaminación reduciendo las distancias que recorren los camiones y otros vehículos en el reparto.
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Mantener la seguridad de las poblaciones de peces
Debemos consumir mayoritariamente aquellas especies de peces que abundan más, como la caballa o el arenque, antes que otras que corren peligro de sobreexplotación, como el bacalao o el atún. También intentar comprar pescado que se ha capturado o criado de forma sostenible, como el pescado provisto de etiqueta o certificado ecológico.
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Usar menos agua
No podemos producir alimentos sin agua por lo que es importante ahorrar también en todos los recursos hídricos empleados en su producción.
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Mantener limpios los suelos y agua
Algunos desperdicios domésticos son, en potencia, peligrosos y nunca deben echarse a un cubo de basura general. Artículos como pilas, pintura, teléfonos móviles, medicamentos, productos químicos, etc. Pueden llegar a filtrarse en el suelo y en el suministro de agua, perjudicando así los recursos naturales con los que se producen nuestros alimentos.
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Comer más legumbres y verdura
Tratar de consumir una vez por semana una comida a base de legumbres o cereales “antiguos” como la quinoa, garbanzos… Además esto contribuirá a mejorar nuestra salud y bienestar
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Compartir es cuidar
Donar los alimentos que de otro modo se desperdician. Como por ejemplo existen aplicaciones donde las cafeterías, fruterías, restaurantes,… venden packs con la comida sobrante del día , si usamos estas aplicaciones rescatamos alimentos siendo de esta manera sostenibles con el medioambiente y nuestros recursos.
Estos son tan sólo algunos de nuestros consejos para evitar el despilfarro de alimentos. Pero seguro que hay muchos más, ¿cuál es tu truco para evitarlo? Desde Unika, gestión de marcas, te animamos a que nos compartas tus trucos y así hacer de este mundo uno más sostenible. ¡Te leemos en comentarios!
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