¿Cómo proteger tus alimentos ante el calor?
La seguridad alimentaria es una cuestión de extrema importancia para nuestra salud. Consumir alimentos en buen estado es imprescindible y el verano es una época que nos pone a prueba. Por ello, en Unika, vamos a darte varios consejos para protegernos de patologías que pueden ponernos en serio riesgo.
El verano es una época de relax, disfrute y descanso, pero, no por ello, debemos bajar la guardia respecto a nuestra alimentación, pues precisamente, ante la adversidad de la climatología, las precauciones deben ser todavía mayores. Existen muchas comidas que durante esta época son más susceptibles de echarse a perder, por lo que debemos comprobar siempre su estado antes de llevárnoslas a la boca.
Alimentos de consumo diario como los pescados, las carnes, algunas verduras y especialmente los huevos y todas aquellas recetas que lo contengan, se vuelven especialmente peligrosos como consecuencia de la aparición de bacterias perjudiciales, las cuales hacen su aparición ante una mala manipulación o conservación.
De hecho, el 23% de las intoxicaciones alimentarias en España son producto de la aparición de bacterias como la salmonella, un peligro para todas las recetas que emplean el huevo crudo como ingrediente, aunque también puede aparecer en el pollo. Asimismo, el anisakis en el pescado es otra de las más frecuentes, pero en definitiva, prácticamente ningún alimento está libre de estos problemas.
Por ello, como expertos en seguridad alimentaria, te recomendamos atender a estos consejos, que pueden ser muy útiles para asegurarte del correcto estado de tus alimentos frente al calor. ¡No pierdas detalle!
1. Los alimentos, al frigorífico lo antes posible
Aunque lo ideal es consumir los alimentos pocos minutos después de su preparación, si necesitas conservarlos, la mejor decisión que puedes tomar es la de introducirlos en el frigorífico lo antes posible, sin esperar a que se enfríen.
De esta manera, evitarás que las bacterias penetren en su interior, lo que es más probable con las altas temperaturas veraniegas.
2. No los conserves durante demasiado tiempo
Durante el periodo estival, se hace indispensable realizar una buena planificación de comidas para que no se acumulen en nuestros frigoríficos. Y es que no es conveniente conservarlas durante más de tres días.
Si excedemos este tiempo, los microorganismos pueden hacer acto de presencia, pese al efecto del frío. Del mismo modo, tampoco será conveniente recalentar los alimentos en exceso.
3. ¡Cuidado con los tupperwares!
Para evitar la aparición de microorganismos, es recomendable emplear recipientes y tupperwares cuyo cierre este en perfecto estado, asegurándote de su completo hermetismo.
Y es que las bacterias nunca descansan y a través de cualquier resquicio podrían introducirse, modificando el estado de nuestros alimentos. Además, también debes ser precavido con los alimentos envasados una vez abiertos, prestando mucho atención a su correcto cierre.
La precaución ante la ruptura de la cadena de frío, el correcto lavado de verduras y frutas, así como su mantenimiento en el frigorífico y el completo cocinado de carnes y pescados también serán normas muy útiles para evitar la descomposición de los alimentos.
La seguridad alimentaria te evitará muchos quebraderos de cabeza, así que respeta estos consejos si quieres que el verano no te juegue una mala pasada.
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