Medidas para evitar la contaminación cruzada
En la restauración y en los propios hogares, la contaminación cruzada es una de las principales causas de provocar toxiinfecciones alimentarias. En Unika, Gestión de Marcas, tenemos los consejos sobre seguridad alimentaria para evitar este riesgo.
¿Qué es la contaminación cruzada?
Entendemos la contaminación cruzada como el proceso mediante el cual los microbios u otras sustancias ajenas (alérgenos, por ejemplo) se transfieren no intencionalmente a otros alimentos u objetos. En este caso, esto provoca unos efectos perjudiciales a este último.
Es muy común este tipo de toxiinfecciones alimentarias en el propio hogar y en la restauración, por una falta de cuidado o control en la higiene.
Normalmente, el foco de atención de este suceso está en los alimentos crudos. Estos pueden contener bacterias u otros microorganismos patógenos, lo que implica observarlos cuidadosamente durante su tiempo de cocinado. En caso de comerlos crudos, asegúrate de que queden bien lavados.
La falta de higiene en la cocina provoca el riesgo de que las bacterias se transmitan por medio de las manos, los cuchillos y las tablas de cortar. Por ello, es fundamental que, después de manipular los alimentos, se laven las manos y los utensilios empleados. Como ves, la contaminación cruzada se produce:
- Por contacto directo entre un producto crudo y un producto cocinado.
- Por contacto indirecto, es decir, a través de las manos del manipulador o mediante material de cocina, como utensilios o trapos.
¿Se puede evitar la contaminación cruzada?
Siempre hay una manera de evitar las infecciones en los alimentos: una buena higiene, en este caso, en la cocina. Para prevenir este tipo de riesgo, sigue las normas de seguridad alimentaria básicas: limpiar, separar, cocer y enfriar.
Limpieza
Comienza por cuidar el lavado de manos con agua y jabón, antes y después de manipular alimentos crudos. Otra medida importante está en velar la limpieza del entorno. Limpia las superficies y utensilios de cocina antes y después de su uso. Especialmente, si has estado manipulando alimentos crudos como carne, pescado, huevos, pollo, etc.
Separación
Empieza a separar los alimentos crudos de los ya cocinados para evitar que aquellos con riesgo de contener microorganismos contaminen los alimentos cocinados. Asimismo, evita infectar a alimentos crudos que ya estén limpios. Un método eficaz a la hora de separar y almacenar los alimentos de diferente tipo es dividirlos en recipientes herméticamente cerrados. Delimita diferentes zonas en el espacio en función del riesgo o actividad que presente cada tipo de alimentos.
Cocción
Cocina correctamente los alimentos para asegurar que no queden partes crudas. Supervisa que la temperatura llega al menos a 75ºC en el centro del producto.
Enfria
Conserva lo antes posible aquellos los alimentos que precisan de frío en la nevera. Jamás los dejes a temperatura ambiente. Además, controla que la temperatura de la nevera no llegue a superar los 4ºC. Por último, se aconseja preparar los alimentos con poca antelación antes de ser consumidos.
Formación y recursos
Otro aspecto fundamental para evitar la contaminación cruzada queda a manos del control de las empresas. Hablamos de la la formación continuada en materia de higiene y APPCC a las personas que intervienen en los procesos de manipulación de los alimentos. Esto se consigue implantando recursos necesarios para asegurar la seguridad alimentaria de los alimentos, como un vestuario adecuado, zonas para lavarse las manos, puntos de recogida de residuos y, especialmente, la revisión constante de las prácticas de trabajo.
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