La seguridad alimentaria en casa: ¿cómo preservarla?

Más allá de la obligación de los productos por cuidar la seguridad alimentaria en todas las partes del proceso, en casa también debemos tomar medidas si queremos contar con unas garantías totales en cuanto a salubridad. Por ello, en Unika vamos a proporcionarte una serie de consejos que te ayudarán a esquivar la gran mayoría de peligros.

Y es que de nada sirve elegir el producto más seguro del supermercado si luego echamos todas nuestras precauciones por la borda a la hora de tratar con él. A través del análisis de alimentos y su consecuente etiquetado podemos resolver muchos problemas, pero necesitamos mucho más.

Por las prisas, por desconocimiento o por la presencia de falsos mitos, hoy en día, se cometen muchos errores en la cocina y en Unika, como expertos en seguridad alimentaria, queremos zanjarlos por completo contándote algunos consejos muy trascendentes para tu salud. ¡Presta atención!

huevo frito seguridad alimentaria

1. La limpieza es fundamental

Parece una perogrullada, pero nunca esta de más repetirlo, ya que muchas veces es fundamental. La higiene es fundamental en todas las partes del proceso. Por supuesto, siempre debemos lavar con agua los alimentos frescos, así como nuestras manos, pero también debemos tener cuidado con la superficie sobre la que cortamos o cocinamos, además de los utensilios y los envases en que conservamos la comida ya preparada.

Asimismo, también debemos tener cuidado con las heridas, los complementos que portemos en la manos y con las toses y estornudos. De esta manera, reduciremos gran parte de los riesgos.

2. Cocinar lo suficiente

Si queremos eliminar los microorganismos por completo, no debemos tener prisa a la hora de cocinar los alimentos. Es algo que a veces es difícil debido a nuestro alto ritmo de vida, pero merecerá la pena con creces.

Como norma general, la temperatura total que debe alcanzar cualquier alimento para evitar por completo la entrada de microbios son los 75º C. De hecho, en los restaurantes es habitual la conservación en caliente.

En el caso de que vayas a consumir alimentos crudos o poco cocinados, la elección del mejor producto es básica, como también lo será la atención que dedicas en todas las partes del proceso de limpieza, especialmente con el pescado fresco, los huevos, las ensaladas y las frutas.

3. ¡Cuidado con la temperatura!

Ahora que comienza la primavera es cuando más atentos debemos estar a este asunto, ya que no asumimos las precauciones del verano para acabar abriendo paso a la entrada de los microorganismos en la comida.

En este sentido , la mejor norma que podemos darte es que ponderes bien la cantidad de comida que preparas para no tener que conservarla. No obstante, si te es irremediable, trata de meterla en el frigorífico de inmediato y evita romper la cadena de frío en los siguientes pasos.

4. Mezclar alimentos crudos y frescos en el frigorífico

Muchas veces, nuestro frigorífico parece un gran almacén en que todo cabe, pero debemos tener ciertas normas para evitar que la contaminación se pase de un producto otro, ya que los alimentos crudos pueden tener ciertos microorganismos que se traspasen a la comida ya preparada y pongan en peligro nuestra seguridad alimentaria

Este fenómeno, llamado contaminación cruzada, puede evitarse de manera muy sencillo. Coloca los alimentos crudos perfectamente protegidos en los estantes inferiores, mientras que la comida ya preparada debe ocupar un lugar en las bandejas superiores.

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En Unika, como expertos en seguridad alimentaria, te invitamos a dar un paso más para garantizar la total salubridad de nuestros alimentos. Si sigues nuestros consejos, evitarás un buen número de enfermedades e infecciones. ¡No te arrepentirás!

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